El pasado mes de marzo, Lorena Hernandez me dio el aviso de que en una piscina abandonada habían algunos ejemplares de sapo corredor.
Me dirigí para allá y entre las dos procedimos a realizar la operación rescate.
Me dirigí para allá y entre las dos procedimos a realizar la operación rescate.
Piscina abandonada donde se encontraban los sapos
Nos remangamos los pantalones y nos metimos en la balsa a sacar primero a los ejemplares adultos.
Habían dos parejas en amplexus así que esas las apartamos del resto para evitar molestias por parte de los demás ejemplares.
¡Un total de 17 adultos que rescatamos!
Lorena y yo cogiendo a los adultos
Algunos de los adultos
Parejas en amplexus
Una vez recogidos todos los adultos procedimos a coger las puestas. Una tarea difícil que hicimos con mucho cuidado.
Puestas
Detalle de las puestas
Una vez teníamos todos los ejemplares y puestas, pusimos rumbo a una charca que conocía y en la cual crían sapos. Sería el lugar mas adecuado para ellos.
Renacuajos de sapo en la charca unas semanas antes de
nuestra liberación
Lorena y yo liberando los ejemplaras
Liberación de los ejemplares solitarios
Liberación de las parejas en amplexus
Dos días después nos acercamos a la charla y pudimos ver que el traspaso de la piscina a la charca no había afectado a las puestas. La mayoría de los huevos habían eclosionado.
Renacuajos de tamaño normal, los cuales ya se
encontraban previamente en la charca
al lado de los mini renacuajos recién eclosionados.
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